Hacemos Paschimottasana o "la pinza" con una metodología sencilla de hacer y progresar
Paschimottasana, conocida como "la pinza" es una flexión hacia delante que puede hacerse tras el medio saludo al sol, como contrapostura de chakrasana o bien en la última fase de la sesión.
Entre sus beneficios están: flexibilizar la columna, tonificar la musculatura de la espalda y tranquilizar la mente.
Además en el Hatha Yoga Pradipika hacen referencia a ella:
I_28. Paśchimotānāsana: permanecer con las dos piernas extendidas en el suelo sujetando los dedos de los pies con las manos y apoyando la cabeza sobre las rodillas.
I_29. Esta excelente āsana hace que el prāṇa fluya a través de suṣumnā, estimula el fuego gástrico (pitta), flexibiliza la espalda y elimina todas las dolencias que afectan a las personas.
Vamos a plantearla con varias fases que servirán para bajar poco a poco y evitar tirones, además el cuerpo se irá adaptando y también bajará per se.
1) Nos sentamos, piernas y pies juntos en contacto con el suelo y bien recta la columna (podemos usar las palmas de las manos) (Figura 1).
(Figura 1. Posición de partida)
2) En esta primera fase buscamos flexibilizar en bien en la cadera.
*Inhalando estiramos los brazos hacia arriba, tiramos de las manos (Figura 2).
(Figura 2. Subimos bien arriba)
*Y exhalando bajamos, desde la cadera, las manos en dirección a las puntas de los pies (Figura 3).
(Figura 3. Bajamos desde la cadera a agarrar los pies, si no hasta donde lleguemos)
Hacemos tres respiraciones, subiendo y bajando ordenadamente (Figura 2 y 3), llevando la atención a la cadera, y en consciencia de la respiración.
En la última ocasión nos quedamos agarrando las puntas de los pies, o bien la base de los talones (si llegamos) (se ve en Figura 4).
3) En la segunda fase, sin soltar en las puntas de los pies.
*Inhalamos subiendo la cabeza y acercando el pecho a las piernas (Figura 4).
(Figura 4. Podemos ayudarnos de tirando de los talones)
*Exhalamos bajando la cabeza a las rodillas, o incluso un poco más adelante.
(Figura 5. Al exhalar bajamos)
Lo repetimos dos o tres veces, con sus consiguientes respiraciones y en la última ocasión permanecemos sujetando los pies con respiración libre.
OPCIONAL: Si sentimos tirantez en esta posición, sin soltar, podemos flexionar ligeramente la rodilla y volver a extender, en varias ocasiones hasta que desparezca.
4) Bajamos la cabeza y nos relajamos en la postura (Figura 6), permanecemos 15 a 45 segundos. Es posible que si ya la dominas puedas llegar a permanecer hasta 5 minutos.
(Figura 6. En la asana clásica se sujetan los pulgares)
OPCIONAL: También podemos llevar la atención a la respiración y hacer un recorrido inhalando desde mooladhara hasta llegar a ajña chakra; y exhalando al revés.
ATENCIÓN: Mantener toda la superficie de las piernas en contacto con el suelo.
Volvemos a la vertical desde la cadera, cerramos los ojos y observamos los cambios con las manos sobre los muslos o bien en jñana mudra.
Esperamos que te haya gustado y que nos contactes para cualquier cuestión.