Tres en uno con Virabhadrasana o la postura de el guerrero
Virabhadrasana o la postura de "el guerrero" tiene una interesante historia detrás*, aparte de tratarse de una asana de pie, en movimiento y con un equilibrio.
Muy completa, con tres fases diferenciadas; que encaja muy bien en la última parte de la sesión y que podemos segmentar (no tenemos porqué hacer las 3 asanas).
Virabhadra* o "El guerrero", tan oscuro como las nubes tormentosas, con tres ojos ardientes y el pelo ardiente. También llevaba una guirnalda de calaveras y armas terribles.
Entre sus beneficios está la extensión de columna, fortalecer las piernas y brazos, flexibilizar la cadera y, en su última parte, concentración; además es favorable para reforzar la atención y la decisión.
Vamos a hacerla:
1) Partimos de estar en pie, ambas piernas juntas, con la cadera hacia delante y ambos brazos, también pegados, con las palmas en contacto, ligeramente por detrás de la cabeza (estamos en la figura 12, de la imagen).
2) Inhalamos y llevamos hacia delante la pierna derecha (1 metro - 1,2 metros), sin despegar del suelo el pie de la pierna izquierda. Al inhalar subimos bien el pecho (como en la figura 13).
(Estupenda imagen extraída de "Luz sobre el Yoga" de BKS Iyengar 😉)
3) Exhalando, doblamos en la pierna adelantada, en este caso la derecha, y llevamos la mirada al cielo (manteniendo los brazos arriba) (fig. 14).
Repetimos 2-3, unas cuatro veces, es la fase dinámica. Esto sería Virabhadrasana I, logicamente podríamos permanecer en 3 (y hacer la otra pierna) o bien continuar con nuestra propuesta.
4) Desde 3 extendemos los brazos a la perpendicular y llevamos la mirada al horizonte, en dirección al brazo derecho.
Completamos cuatro respiraciones completas, en la figura 15. Esto sería Virabhadrasana II.
5) Inhalamos y exhalando bajamos la cadera, hasta que el abdomen esté en contacto con el muslo de la pierna derecha, sin separar en las manos. Mira la figura 16.
6) Inhalando tiramos de las palmas y brazos juntos, estiramos la piena derecha, mientras el pie de la izquierda despega del suelo buscando la verticalidad sobre una pierna.
La mirada va al frente y seguimos tirando de las manos, permanecemos con respiración libre el tiempo que podamos. Este equilibrio es Virabhadrasana III, la figura 17.
7) Ahora volvemos a 1 y hacemos la pierna izquierda.
Espero que te haya gustado, cualquier duda me contactas.
¡Feliz semana!
* El rey Darksa no invitó a Shiva y a Sati (casados), su hija más joven, no sospechaba que la joven acabaría colándose en la fiesta de sacrificio de un caballo, que ofrecía ante todos los devas y príncipes.Al verla allí, Darksa comenzó a insultar a Sati, que enfurecida se autoinmoló en su fuego interior (yogāgni). Cuando Shiva conoció lo sucedido se arrancó un mechón de su cabello y lo golpeó, de ahí surgió Virabhadra.